Qué ocurre en el volcán Taal, en Filipinas

Erupción del volcán Taal desde un avión - 
 CC-by-sa Adisidis
Desde el pasado 12 de enero en que el volcán Taal entró en erupción, las autoridades han ordenado la evacuación de decenas de miles de personas. Mientras tanto, el volcán sigue su ritmo como si nada a su alrededor importara más.

Los expertos del PHIVOLCS, el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología, tienen monitorizado al volcán 24 horas y en seguida dieron el aviso para elevar el nivel de alerta. Actualmente está en el nivel 4, que significa que se espera una erupción violenta. ¿Por qué lo esperan? Bueno, los datos que el volcán está dando así lo indican.

Último informe sobre el volcán Taal


En el último informe de situación del volcán Taal se indica que en las 24 horas anteriores se han producido 19 seísmos de origen volcánico localizados por PHIVOLCS. Con estos ya son más de 650 terremotos en apenas 5 días. Muchos han sido sentidos por la población que se encuentra cerca del volcán.

Además, se siguen produciendo explosiones freáticas en el volcán. Algunas emisiones se han elevado hasta los 800 metros en las últimas horas, lo que refleja que el volcán continúa su proceso.

El día 12, cuando saltaron todas las alarmas, se produjo una importante erupción freática que elevó partículas de ceniza hasta los 14-15 kilómetros de altura. De hecho, los alrededores del volcán Taal quedaron cubiertos de una importante capa de ceniza que según se puede ver en algunas imágenes ha hecho colapsar algún tejado en la isla donde se encuentra el volcán.

Qué sucede en el volcán Taal


Al poco de producirse la erupción, se formaron también grietas en las zonas próximas al Taal. Estas grietas han afectado a las poblaciones más cercanas e incluso dañado severamente algunas casas. En el último informe de PHIVOLCS añaden que las grietas se han expandido varios centímetros durante las 24 horas anteriores.

Tras la erupción, el pequeño lago que había en el cráter del volcán ha desaparecido y ya sólo puede verse una zona rocosa. Todo esto apunta a un proceso de ascenso de magma que puede culminar en una erupción volcánica mayor que la que ya se ha producido.

Con esto, las autoridades ordenaron la evacuación en un radio de 14 kilómetros alrededor del volcán. Más de 80.000 personas han tenido que irse de sus casas por el peligro que supondría si se produce una erupción mayor.



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